La sierra costera del Sueve se convierte cada octubre en un escenario ideal para observar y escuchar la Ronca del Gamo. Los machos dominantes intentan atraer a las hembras a través de su característico ronquido que se emite desde muchos rincones de este macizo calcáreo. Cuando se cruzan dos machos de estatura parecida se da lugar a la lucha que determinará el dominio del grupo y el derecho de aparearse.